La técnica del tango argentino se centra en la comunicación no verbal, la improvisación y la interpretación de la música, lo que lo convierte en una danza sumamente expresiva y emocional. Los bailarines buscan la conexión con su pareja, transmitiendo y recibiendo energía a través del abrazo y los movimientos precisos de sus cuerpos.
El tango argentino ha trascendido fronteras y ha sido reconocido por la UNESCO como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, lo que demuestra su importancia y trascendencia a nivel global.