El Café Tortoni, ubicado en el corazón del barrio de Monserrat, es una joya histórica de la Ciudad de Buenos Aires. Fundado en 1858, este icónico bar es el más antiguo de la capital y fue testigo de momentos trascendentales en la vida cultural y social del país.
A lo largo de los años, figuras emblemáticas de la literatura, la música y el arte cruzaron sus puertas, dejando una huella imborrable en sus mesas de mármol y paredes decoradas con arte.
Desde su inauguración, el Café Tortoni se consolidó como un lugar de encuentro para la élite artística e intelectual de Buenos Aires. Entre sus clientes más notables se encontraban Jorge Luis Borges, Federico García Lorca, Luigi Pirandello, Julio Cortázar y Arthur Rubinstein.
Sin embargo, uno de sus visitantes más famosos fue el legendario Carlos Gardel, quien tenía una mesa reservada permanentemente en el lado derecho del salón, cerca de la ventana que da a la calle Rivadavia.
El primer propietario del café fue un inmigrante francés de apellido Touan, quien lo bautizó en honor a un célebre café parisino del mismo nombre. La majestuosa fachada que hoy en día sigue siendo una de las más reconocidas de la Avenida de Mayo fue diseñada en 1898 por el arquitecto Alejandro Christophersen, dotando al lugar de un estilo elegante y señorial.